lunes, 20 de agosto de 2007

La cadena de responsabilidades

Desde que un interesado quiere realizar una operación aduanera, hasta que la logra; varias personas intervendrán en la misma.
Esa secuencia de pasos o eslabones, es lo que llamo cadena de responsabilidades (no confundir con la película cadena de favores, aunque alguna similitud podríamos sacar).

A lo largo de nuestros trabajos en las Aduanas de LA hemos visto como algunas han logrado entender este concepto y exigen que cada paso sea hecho por sus responsables. De todas formas incluso en estas Aduanas es incipiente el uso de este recurso.
Lamentablemente son las menos, y entonces la mayoría de las Aduanas mantienen bajo sus tareas acciones que son claramente de los operadores privados.
Por ejemplo confeccionar la declaración aduanera, o declarar la carga o fraccionar un bulto, etc.

Cada uno debe asumir su responsabilidad y sus derechos.
Aquí nuevamente la tecnología nos da una mano importante. Con Internet, la web, Wes services, celulares, etc, cada uno puede y debe asumir su cuota parte.
Así logramos recabar la información del que tiene el conocimiento y además reservar las horas de cada uno para lo que mas sabemos hacer como especialistas.
Sin contar que desde el punto de vista legal también esto tiene sus ventajas porque nadie podrá poner como excusa que tal evento salió mal pero no por su culpa sino porque otro fue el que le hizo la tarea.

En este concepto de cadena de responsabilidades hay que ser amplio.
No me quiero limitar a los operadores directos (como ser los agentes de aduanas o despachantes) o a los propios funcionarios de Aduana. Hablo por ejemplo de los terceros Organismos que pueden aportar conocimiento específico en una materia. Incluso las Aduanas de donde la mercadería es origen o destino de la operación.
Por ejemplo, si le permitimos a los especialistas de los Ministerios de agricultura, el conocer y aportar valor a las importaciones o exportaciones de frutas y verduras, el aporte podría ser muy importante.
Quiero aclarar que no hablo de un certificado previo obligatorio, sino mantenerlo informado a través de la web o generación automática de mail, de forma que mientras que no se tenga respuesta todos entenderíamos que la operación es aprobada por todos.
A la vez cualquiera de ellos podría alertar sobre algún hecho extraño en la operación.

Esta forma de trabajo no agrega costos, y nos deja la tranquilidad que hay "ojos" de especialistas extra Aduana en cada operación.

Se que no estoy descubriendo nada nuevo porque Organismos como la OMA (Organización Mundial de Aduanas) han identificado y definido estos conceptos.
Pero yo quiero sacarles formalidad y usarlos; cuanto antes usarlos.
Porque la OMA lo define, lo impulsa pero a veces llega un Director o político y entiende que el difundir la información es casi un pecado capital.
Entonces con argumentos netamente coyunturales volvemos varios pasos hacia atrás en el objetivo final de nuestro emprendimiento para transformar definitivamente la Aduana de nuestros países.

Solo un ejemplo: el fin de semana pasado regresaba de la Aduana de Costa Rica y me encuentro en el aeropuerto al responsable del Mercado de Frutas y Verduras de Montevideo. Venía a conocer la experiencia Tica en ese sector.
Lo interesante es que conversando me cuenta que para él sería un gran valor poder conocer y opinar sobre las importaciones y exportaciones de frutas y verduras a Uruguay.
Que nos falta para lograrlo en línea sin complicar para nada la operativa y generando valor y seguridad al proceso?
Nada..... solo que las capas burocráticas no frustren un hecho tan simple y valioso.

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